Mi primer post está dedicado a un rincón de mi casa que, a parte de ser uno de mis favoritos, refleja bastante bien el espíritu de este blog. Además, es uno de los lugares más importantes y que más se usan de una casa: la zona del salón compuesta por el sofá y la mesa de centro.
Cuando entré a vivir en mi piso había ya algunos muebles básicos, incluyendo el sofá. Todos eran de Ikea y todos en color negro-marrón o wengué (sí, todos). Así que conservé algunos pero con modificaciones que ya os iré contando. Lo que hice con el sofá fue cambiar la funda que tenía por una beige.
Aunque los colores claros sean algo más sucios que los oscuros, dan mucha claridad y serenidad a las habitaciones.
El siguiente paso fue buscar una mesa de centro. Me enamoré de mi mesa de color turquesa con toques industriales en cuanto la ví, por eso, a partir de ella giró la decoración del resto del salón.
Encontré un cojín con los colores de la mesa y el sofá. Como también llevaba amarillo, lo incorporé a otros complementos del salón. Un par de cojines más, una manta y una alfombra que conjunten con el resto, y tacháaaaannn! Ya tienes un espacio para relajarte que además da vida y personalidad a tu casa.
Funda de sofá (Ikea, 69 €); funda de resposapié (Ikea, 25€); mesa de centro (Westwing Home&Living, 89€); Cojines (Ikea y Westwing Home&Living, 35€ en total); alfombra (Ikea, 30€); manta hecha por mi abuela (impagable); velas y portavelas (Ikea, unos 5 €).
También podeis unir al conjunto algo que destaque en la pared que queda encima del sofá. Yo encontré una oferta por internet y puse una foto (hecha por mí) de una de mis ciudades favoritas.
Si este post te ha despertado algun
a sensación o te ha dado alguna idea me encantará que me lo cuentes. También puedes seguirme y comentarme tus impresiones, dudas, preguntas, creaciones, etc., en las redes sociales.
Sigue leyéndome y deja volar tu inspiración!
Muy sencillo todo y muy agradable…