¡Estamos de vuelta! Después de unas semanitas sin publicar (de todo se puede desconectar de vez en cuando, por mucho que te guste) regresa el movimiento en el blog, pero con el punto de mira aún puesto en el verano, que todavía le queda un poco! Por eso hoy vamos a hablar de apartamentos vacacionales, porque estoy segura de que algunos aún no habéis disfrutado de unos días libres, y los que sí lo habéis hecho, ya estáis pensando en las vacaciones del año que viene, como es mi caso 😉
De hecho, os confesaré que para el próximo verano estoy preparando un viaje especial con unos cuantos destinos, así que, intentando abaratar costes, estoy estudiando la idea de reservar apartamentos vacacionales en lugar de las habitaciones de hotel más convencionales. En esta búsqueda de alojamiento he descubierto dos cosas (por ahora): que hay infinidad de apartamentos y que algunos, incluso están bien decorados!
Este tipo de alojamiento me gusta para ciertos destinos, concretamente, para los que te ponen muy difícil eso de comer fuera todos los días… Además, como otro punto a su favor a parte de ahorrarte dinerillo en comidas, te hacen sentir más cómodo fuera de casa, ya que suelen tener una decoración algo más personal que los hoteles. Por eso, os he hecho una selección de apartamentos a lo largo del mundo con los que veremos ejemplos y consejos sobre cómo se pueden decorar este tipo de viviendas. Para ello me he ayudado de uno de los portales más recomendables y completos a la hora de encontrar apartamentos de vacaciones, hundredrooms.
Consejos y formas de decorar apartamentos vacacionales que también se pueden aplicar a vuestra vivienda habitual.
1 – Adaptar el estilo al lugar. Imaginemos un apartamento, por ejemplo, en uno de mis destinos preferidos sin lugar a dudas, Nueva York. Su decoración no puede ser más acorde con el estilo típico de la ciudad si se utiliza muebles industriales y ese toque loft que te lleva al Soho de un sólo vistazo. Adaptándonos a las costumbres y características de cada ciudad se ayuda al huésped a empaparse de su cultura y a que la vivienda sea más confortable (incluyo en esta adaptación poner mantas si hace frío o textiles ligeros si hace calor, por ejemplo).
2 – Incluir elementos modernos junto a las características históricas del edificio. Si tienes la suerte de contar con un suelo de baldosa hidráulica original… pues eso, tienes mucha suerte. No hay que tener miedo en combinar un elemento original del edificio como ese con otros elementos modernos. Combinándolos se respeta la historia de la vivienda a la vez que se hace visible que está modernizada y cuidada.
3 – Menos es más. Los que conocéis mi blog sabréis que yo no suelo hacer uso de este postulado, pero pensando en un alquiler vacacional, sí que me parece conveniente no recargar las estancias, ni con muebles ni con accesorios. Un apartamento decorado sí, con algo de personalidad también, pero recargado no, ya que está pensado para el relax y para ser un hogar provisional.
4 – No temer al color. En oposición al anterior punto, los seguidores del blog sabréis que soy muy fan del color en la decoración. Aunque sea un lugar pensado para que guste al mayor rango de personas posible, un toque de color alegra y da vida a las estancias. Y quién no quiere un poco más de alegría en sus vacaciones? 🙂
5 – Añadir un toque personal. Un mueble u objeto especial, que se note que no se encuentra en otro sitio, bien sea una herencia familiar, un tesoro rescatado en un mercadillo o una pieza DIY, marca la diferencia, tanto en una vivienda de vacaciones como en una habitual, no creéis?
La verdad es que los apartamentos son una opción que cada día se baraja más a la hora de viajar, Rebeca. Sobre todo para solucionar el tema del desayuno e incluso la cena. Qué cuando se viaja en familia, ¡en eso se va un piquillo…! Y si encima la decoración ayuda, te puedes sentir casi como en casa. Eso si… Lo perfecto es que esos pequeños pisos tengan servicio de habitaciones….
Un beso grande de las dos
J&Y
Si tienen lo bueno de un apartamento y lo bueno de un hotel mejor que mejor, chicas!
Un besazo.