El estilo de vida que hemos llevado durante años, con la consecuente contaminación y gasto de recursos naturales que ha implicado, hace que en el presente intentemos crear un menor impacto ecológico en muchos ámbitos. La construcción de viviendas no cesa, por lo que es un área a tener muy en cuenta a la hora de buscar minimizar esa repercusión en el medio ambiente.
Una casa verde o sostenible es una en la que se consigue el mejor resultado posible con el mínimo coste ecológico. Para que esto ocurra hay varios factores que se deben cumplir, tanto en el momento de construirla como en los hábitos del día a día. Si te quieres sumar a cuidar el planeta todo lo que puedas, no te pierdas estos consejos e ideas para conseguir un hogar más ecológico.
Cómo tener una casa más ecológica
Una buena orientación
Uno de los primeros pasos a seguir antes de construir una casa sostenible es pensar en la orientación que tendrá. Cómo lleguen los rayos del Sol a nuestra vivienda es un factor clave que repercutirá en muchas consecuencias posteriores. Cuanta más luz natural entre en nuestras estancias, menos tendremos que utilizar la iluminación artificial. Este hecho hará que ahorremos en electricidad y no solo debido a la luz reduciremos nuestro consumo energético, ya que también supondrá un cambio importante a la hora de gastar calefacción.
Materiales poco contaminantes
El momento de elegir los elementos con los que crearemos nuestro hogar también es importante si intentamos tener una casa más ecológica. Los materiales naturales reciclables o ya reciclados, como puede ser la madera, son una gran elección tanto para superficies como para mobiliario. Asimismo, podemos escoger otros materiales que hayan reducido su impacto ambiental en su construcción. Por ejemplo, a la hora de elegir tipos de tabiques, podemos decidirnos por utilizar Pladur de bajas emisiones, ya que la marca lleva años intentando minimizar todo lo posible el impacto ambiental a la hora de fabricar las conocidas placas de pladur para viviendas.
Un aislamiento adecuado
Un buen aislamiento es fundamental para conseguir una vivienda con mayor eficiencia energética. Si se consigue una casa donde no se cuele el frío o el calor del exterior, no solo se emitirán menos emisiones al gastar menos calefacción o aire acondicionado, también ahorraremos en la facturas de luz y gas.
Reducir, reciclar y reutilizar
La regla de las 3 erres (también conocida como las tres R de la ecología, o solo 3R) nos da la clave para conseguir una casa más ecológica en nuestro día a día reduciendo, reciclando y reutilizando. Actualmente es más sencillo decantarnos por mobiliario de segunda mano o que no esté en su mejor momento, ya que existen infinitos tutoriales e ideas en internet para arreglarlos y darles un buen lavado de cara. Y ya que lo hacemos con los muebles y la decoración, podemos ayudar aún más a reducir el impacto ambiental ampliando esta acción a otros elementos que hay en casa, como la ropa.
Hábitos eco
No solo la casa y su decoración pueden tener características ecológicas, sus habitantes también pueden (y deben). Con algunos hábitos más sostenibles podemos crear una gran repercusión. Gestos tan fáciles como no dejar el grifo abierto mientras nos lavamos los dientes o utilizar el programa eco en los electrodomésticos conseguirán reducir nuestra huella ambiental.
Un huerto urbano
Un huerto en casa es una característica muy útil para un hogar sostenible. Si tenemos un jardín con espacio de sobra será mucho más fácil plantar algunas hortalizas y vegetales, incluso algún árbol frutal. Pero si no tenemos esa suerte, incluso en un balcón o en rincón de la cocina podemos crear un pequeño huerto vertical, aunque sea tan solo para plantar algunas hierbas aromáticas.
Por pequeño que sea, cada detalle cuenta. Intentemos crear un mundo mejor empezando por nuestro mini mundo personal: el de nuestro propio hogar.