El gusto y el valor por las cosas antiguas y de segunda mano han conseguido, en estos últimos años, calar aún más, sobre todo en las personas que buscan vivir de una manera más sostenible y a favor del medio ambiente. Por ello, son muchos los decoradores e interioristas que apuestan por empezar a aplicar conceptos, como el wabi sabi japonés, para conseguir apreciar la belleza de todo aquello que está viejo o imperfecto.
¿Por qué deshacerte de un mueble antiguo si tienes la posibilidad de restaurarlo? Hoy en día, con la pintura a la tiza, cualquier aficionado puede darle una segunda vida a los muebles de su hogar ahorrando dinero y tiempo en compras. Esta pintura, conocida también como chalk paint, puede utilizarse sobre cualquier superficie, ya sea madera, vidrio o metal. Y es que una vez que la pruebes descubrirás de primera mano por qué se ha convertido en una de las pinturas de moda para renovar el aspecto de tu hogar.
Qué es la pintura a la tiza o Chalk Paint
La mayor característica a la hora de diferenciar la pintura a la tiza de otros tipos de pintura es su gran cantidad de yeso en cuanto a composición. Gracias a esto, consigue adherirse con mucha más facilidad que otras a cualquier superficie y, además, sin necesidad de realizar un tratamiento previo. Del mismo modo, la pintura a la tiza tampoco necesita imprimación por lo que, en principio con solo un par de manos, es posible restaurar un mueble antiguo por completo.
Qué necesitas para restaurar un mueble antiguo con pintura a la tiza
Para conseguir el mejor resultado utilizando pintura a la tiza es necesario contar con, además de la pintura, una serie de elementos y accesorios:
- lija de mano o, si se prefiere, una lijadora con lijas de grano medio o fino,
- un paño o trapo limpio,
- pincel para limpiar y pintar las zonas de difícil acceso como juntas o esquinas,
- rodillo o brocha,
- cinta de carrocero,
- pulverizador,
- cera protectora o barniz.
También es recomendable despejar y acomodar la zona donde vayamos a pintar, asegurándonos de no manchar otras superficies. Tener a mano bolsas, revistas o periódicos viejos para empapelar la zona siempre es una buena idea antes de empezar a pintar. Si reservas un momento de relax y pones un poco de música para hacerte más ameno el trabajo, mucho mejor.
Cómo preparar un mueble antes de usar pintura a la tiza
Lo primero antes de empezar a pintar será limpiar el mueble de restos de polvo y suciedad. Para ello, se recomienda sumergir un trapo en agua templada con jabón neutro y pasar el mismo por todas las superficies exteriores e interiores. Es una buena idea también hacer uso del pincel para acceder a las zonas difíciles de limpiar.
A continuación, es recomendable quitar todos los tiradores, cajones y puertas que tenga el mueble para poder pintar cada pieza por separado con mayor facilidad.
Una vez limpio y desmontado, es importante lijar todas las superficies que queremos pintar. Sobre todo, si éstas contaban con alguna capa anterior de barniz o pintura.
Por último, son muchos a los que les gusta dar una capa de imprimación por mucho que la pintura a la tiza no necesite de ella. Son formas de asegurar un mejor acabado.
Cómo pintar un mueble antiguo con pintura a la tiza
Haciendo uso de un rodillo o de una brocha, pinta todas las superficies del mueble hasta que éste tome un color mate. Lo recomendable es dar entre 2 y 4 manos de pintura, aunque dependerá del fabricante, de las características del mueble y del acabado que deseemos.
Para mejorar el efecto, haremos uso de un pulverizador en el que diluir un poco la pintura y extenderla con mayor facilidad. Lo utilizaremos más aún en las zonas que no sean lisas o presenten adornos de cualquier tipo en relieve.
Es muy importante saber que la pintura a la tiza también crea irregularidades por lo que, si se quiere, es posible pasar una lija fina después de cada mano de pintura. Pero también puedes aprovechar esa cualidad para dejar un efecto envejecido e imperfecto en tu mueble.
Para acabar, si quieres que el mueble tenga algo de brillo, utiliza tras dejar secar la pintura una capa de cera protectora y espera al menos 10 minutos para sacarle brillo con un trapo suave. En cambio, si prefieres que la pintura quede mate, haz uso del barniz y deja que éste se seque.
¿Listo para restaurar tus muebles antiguos con pintura a la tiza?