Dicen que la cara es el espejo del alma. Si aplicamos esta frase popular al interior de tu vivienda, podríamos decir que sus paredes reflejan su estado real. Por ello, cuidarlas adecuadamente es imprescindible. Aquí queremos contarte lo que debes hacer para limpiarlas y mantenerlas en perfecto estado durante el mayor tiempo posible, sobre todo si son lisas.
La elección de la pintura
Existen varios tipos de pinturas. Las más habituales para el interior del hogar son las elaboradas con base de agua. Destacan por ser muy fáciles de aplicar y por carecer prácticamente de olor. Además, están disponibles con acabados opacos, semimates y satinados. También se pueden encontrar en una gran variedad de colores.
En cualquier caso, en lo que realmente te debes fijar es en que se trate de una pintura lavable. El motivo es que, si es de este tipo, no tendrás que pintar cada vez que aparezca una mancha ya que podrás eliminarla de forma rápida y cómoda. Especial mención merecen las pinturas ecológicas. Están elaboradas a partir de pigmentos naturales y respetuosos con el medio ambiente.
¿Cómo limpiar las paredes y dejarlas como nuevas sin necesidad de pintar?
La suciedad es uno de los principales enemigos de tus paredes. Esta tiende a acumularse en determinadas zonas como, por ejemplo, los alrededores de los interruptores o enchufes y en la parte superior de los rodapiés. Por ello, es indispensable que, al menos, quites el polvo de esas zonas una vez a la semana usando un plumero o utensilio similar.
Pero ¿qué pasa si aparece una mancha? Tranquilidad ante todo, no es el fin del mundo. Esto es lo que debes hacer para eliminarla:
- Vierte un litro de agua dentro de un recipiente.
- Después, agrega un poco de jabón. Puedes usar un lavavajillas.
- Añade unas gotas de algún aceite esencial que aporte un aroma que te guste.
- Mézclalo todo correctamente.
- Moja un paño de microfibra dentro de la mezcla y frota suavemente con él las paredes. Es importante que esté totalmente limpio. Si es nuevo, mejor.
Esto debería ser suficiente para eliminar casi cualquier mancha. Sin embargo, si ha pasado demasiado tiempo incrustada en la pintura, puede que te resulte imposible. Si esto sucede, debes barajar otras soluciones. Por ejemplo, puedes plantearte la instalación de telares o vinilos en las paredes, así como fotografías o cuadros. Eso sí, si alisaste las paredes hace poco tiempo, probablemente no te apetezca realizar orificios en ellas con un taladro. No te preocupes. Hoy en día existen diversos y excelentes adhesivos que te permitirán fijarlos sin necesidad de agujerear la superficie.
Existen otros caprichos decorativos que te pueden ayudar. Solo en caso de que nada de esto funcione, puedes plantearte volver a pintar las paredes. Es algo que, de todos modos, debe hacerse una vez cada 3 o 4 años en el caso de personas que viven solas o en pareja o cada 1 o 2 años si hay niños pequeños.
Tus paredes siempre como nuevas
En definitiva, el mantenimiento de las paredes de tu hogar empieza en el mismo momento en el que eliges la pintura que quieres aplicar sobre ella. Después, quitándole el polvo una vez a la semana y eliminando las manchas con agua y jabón lo antes posible, no te costará que luzcan radiantes. Y, como último recurso, siempre puedes ocultar la suciedad con piezas decorativas si no te apetece volver a pintar.
Excelente información, ahora usaré los métodos adecuados para limpiar.